Adaptaciones curriculares en el autismo
/Primero que todo, tenemos que aclarar que cada niño es único, con sus propias fortalezas y debilidades. Este post lo escribo desde mi experiencia como mamá de una niña autista y como diseñadora de profesión. Orgullosa puedo decir que soy una mamá que le ha adaptado el 90% del material escolar a mi hija, desde primero básico hasta la fecha. Resultando todo un éxito para ella y para muchos otros niños.
¿Por qué hago estas adaptaciones? Por necesidad, porque cuando mi hija entró al colegio me dijeron: tu hija no será capaz de aprender como el resto, es muy difícil trabajar con tu hija, no me logro conectar para que trabaje, tu hija necesita libros de pre-escolar, deberías llevar a tu hija a un colegio especial donde la preparen para la vida y así… Es triste recordar el rechazo por el que hemos pasado (sin mencionar la cantidad de colegios que nos cerraron las puertas solo por ser diferente), ¿Pero saben? fue ese mismo rechazo el que me impulsó a crear material para mi hija, a demostrar que nuestros niños también pueden aprender, que hay muchas formas de llegar a ellos, que con amor y respeto, se puede.
Mientras escribo este post me lleno de emoción, han sido años en donde hemos crecido juntas con Teo, me he equivocado, si! Pero lo hemos disfrutado a concho. Ahora les contaré un poco en que han consistido nuestras adaptaciones:
Lo principal es tener en cuenta las dificultades del niño y centrarnos en eso, al mismo tiempo nos enfocamos en sus fortalezas y gustos, para utilizarlos a nuestro favor.
¿En qué han consistido mis adaptaciones curriculares?
Principalmente en la simplificación:
Eliminamos el ruido visual (nada de adornos, textos extras, etc.). El exceso de información puede convertirse en una sobrecarga sensorial que hará que el niño quiera escapar de la tarea a como de lugar.
Espacios grandes entre ejercicios, para poder enfocarse en el que está realizando e incluso si es necesario, un ejercicio por página.
Letra y espacios grandes para leer, resolver y escribir.
Apoyos Visuales, siiii, muchos apoyos visuales! Estos son mis mejores amigos, ya que mi hija tiene memoria visual y cualquier párrafo, indicación, cuento, problema matemático, etc. Lo entenderá mucho más fácil con los apoyos visuales.
Dividir las tareas en pasos.
Destacar la información importante, ya sea con algún color, subrayado, destacador, etc. Que pueda notar una diferencia en estas palabras o alguna relación con la pregunta que se le está haciendo.
Indicaciones claras, cortas y concretas.
Utilizar un lenguaje familiar para el niño, tanto al darle las explicaciones, como en la tarea misma.
Aclarar bien en la guía cual es la pregunta y dónde debería ir la respuesta. Si es un ejercicio matemático márcale los cuadraditos en donde esperas que escriba los números de las operaciones matemáticas (puedes también dejar espacio para que dibuje el problema), o aún mejor, puedes hacer el problema matemático con apoyos visuales :)
Si el niño aún se pierde en donde debe escribir, se le pueden remarcar las lineas del cuaderno.
Si el niño prefiere escribir en letra mayúscula, no lo presionen a que escriba como los demás, cada uno avanza a su tiempo y muchas veces este tipo de presiones solo causa frustración (hasta el día de hoy, Teo solo escribe en letra imprenta).
Resumir los cuentos o historias, omite información que no sea relevante en el mismo o información que lo pueda confundir.
No haga preguntas “trampa“.
Esquematiza la información, sobre todo cuando son de historia, ciencias, crea mapas conceptuales.
Su letra es muy irregular? Utiliza cuaderno de cuadros, que haga cada letra en un cuadradito, sin olvidar que esto es un proceso.
Prioriza la el estado emocional del niño por sobre el académico.
Utiliza el método “sandwich”, empezamos con algo fácil, luego algo más difícil y terminamos con algo fácil. Así el niño queda con la satisfacción de haber terminado bien.
Si un niño es no hablante, intenta utilizar algún sistema de comunicación aumentativa alternativa. Puede ser un dispositivo, lengua de seña, pictogramas, etc.
Anticipación: anticipa cuando hay cambio de actividad y dale tiempo para procesarla.
Dejarle tener elementos sensoriales, estos parecen juguetes, pero no lo son. Son tremendas herramientas que pueden ayudar a un niño a bajar sus niveles de ansiedad.
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Y así se pueden ir creando ajustes dependiendo de la necesidad de cada niño, creo que el aprendizaje no tiene porque ser un desafío constante, en lo personal lo que me ha funcionado es dejarlo fluir, probar diferentes formas, que mi hija no tenga que adivinar respuestas, ofrecerle la facilidad de encontrar soluciones, que aprenda sin frustración y avanzar paso a paso, a su ritmo.
Yo les animo a intentarlo, verán que no se arrepentirán y lo disfrutarán.
Una vez escuché de una profesora: “¿Y yo tengo que aprender eso para enseñarle?“.
Si, aunque no lo crean hay profesores que sienten eso y que no tienen ganas de enseñar a niños diferentes. Yo te invito a intentarlo, a no rendirte, a buscar la manera en que tus niños aprenden mejor, conócelos, disfruten juntos, la marca que dejarás en ellos será para siempre.
Sé parte del cambio que necesita este mundo, crea memorias felices en tus niños, aprende junto a ellos.
Hace un tiempo atrás escribí esto también, te invito a leerlo, puede ser de mucho apoyo para la sala de clases, maestros y padres: Autismo, tips y herramientas de apoyo para la sala de clases.
En mis cuentas de redes sociales puedes encontrar videos de como he trabajado con mi hija, los materiales que he creado en acción y un poco más de nuestras vidas :).