Mamá de Teo | Adaptaciones | Autismo

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Diagnóstico

Teo sufre de alergias alimentarias múltiples, desde muy bebé sufría de muchos dolores estomacales, entre otras reacciones fuertes, entonces sus conductas siempre se asociaban como respuesta a lo mal que lo estaba pasando. Pero recuerdo que cada vez que le daba su comida, cantábamos con las manitos y ella hacía todos los gestos de la canción… pero un día dejó de hacerlo, era como que no me inflaba, le pregunté al pediatra (que la veía en ese entonces), le expliqué que sentía que mi hija estaba olvidando lo “aprendido“. El pediatra me dijo: “Eso es normal, cada niño se desarrolla a su ritmo, ya lo va a volver a hacer“, pero no, no lo volvió a hacer, poco a poco empezó a perder interés en el entorno, ya no jugaba a hablar por teléfono (algo que disfrutaba mucho), se irritaba muy fácil, pero eso lo volvíamos a asociar a que podría estar sintiendo algún dolor… luego comenzaron otras conductas, a caminar en puntitas, a poner sus juguetes en fila y si le sacabas uno, olvídate!, comenzó a apilar los peluches como haciendo una montaña con ellos, no soportaba estar en lugares cerrados con gente, al cumplir los dos años decía solo algunas palabras sueltas y otra vez se justificaba, esta vez a que en casa se hablan dos idiomas (serbio y español), todos nos decían que los niños bilingües hablan más tarde, en el parque se ponía frente a los niños y gritaba! sin rabia, sin pena, solo daba un grito y los niños se asustaban… y así diferentes síntomas que nos revelaban que algo no anda bien.
Me puse a investigar y me encontré con el Autismo, como mamá sabemos cuando algo no anda bien, pero también hay otro lado lleno de esperanza que te hace creer que no, que lo que está pasando es pasajero… así me cerré a la idea, pero siempre con la idea dando vueltas en mi cabeza.

A los 2 años y medio, Teo tuvo su peor crisis de alergias alimentarias, en donde tuvo todas las reacciones juntas (reflujo explosivo, caca con sangre, dermatitis atopica, diarrea, etc). Después de 8 médicos llegamos a su actual pediatra, quien pudo estabilizarla, nos tomó 6 meses que su cuerpo se fortaleciera y que pudiera empezar a comer poco a poco nuevos alimentos, ya que la crisis fue tan fuerte, que su cuerpo empezó a rechazar todo lo que ya podía comer.
A los tres años le celebramos su cumpleaños, lo hicimos en un lugar que a ella le encantaba, estaba feliz! pero a medida que iban llegando los niños, Teo se iba ensimismando, no le importaban los regalos, no quiso jugar a nada, estaba con mi mamá en brazos en un rinconcito todo su cumpleaños, no quería que canten el cumpleaños feliz… En cuanto se fueron los niños, Teo volvió a estar feliz y pudo disfrutar su cumpleaños. Fue ahí que nos dimos cuenta que lo que pasa es serio, no es cosa de idiomas o de que se siente enferma, es algo más.
Volví a investigar y me volví a encontrar con el Autismo, y si… era leer a mi hija, todas las conductas, las reacciones, era mi Teo… lo conversamos con su pediatra y el lo confirmó, nos derivó a un centro terapéutico y ahí comenzó nuestro camino, en donde su diagnostico fue: Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD-NE). Sus principales síntomas, trastorno de procesamiento sensorial, ansiedad y retraso en el lenguaje.